Nunca es tarde.

Hace apenas unos días se clausuró el congreso campesino de la ANAP. Su máximo dirigente, entre otras cosas, expresó que no se podía continuar transportando la leche fresca ni ofertándola a la población con tan precaria higiene.

En mayo del 2010 hice un post llamado Higiene es salud, donde inserté esta foto sacada del diario Juventud Rebelde,

porque la misma, llamó tremendamente mi atención, por la forma tan primitiva de distribuir la leche fresca. Más aún, después de haber alcanzado nuestro país, en los años cincuenta un alto estándar de higiene en la distribución y venta de este producto.

Es cierto que nunca es tarde y que rectificar es de sabios pero si un simple ciudadano se percata de ello, la clase dirigente está en la obligación de ser la primera en notarlo, señalarlo y corregirlo. No podemos seguir tardando tanto, en percatarnos de cosas que saltan a la vista de cualquiera, sobretodo si en ello está en juego la salud de la población.

Y pensar, cómo se les llena la boca criticando a la señora República, quien murió siendo aún tan joven. La misma que, con sus defectos, pero también con sus innumerables virtudes colocó a nuestro país entre los primeros de América Latina.

Mis respetos a esa dama que hoy arribaría a su 109 aniversario. Nunca es tarde

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