Paseando con «el enemigo»

Vista antigua de la ciudad, desde El Morro.

Llevamos más de cincuenta años oyendo hablar de “el enemigo”. Todas las culpas de nuestras deficiencias se las cargan a éste, así como todos los males y desgracias, producto del descuido, la desatención y la desidia, también van a su haber.

Con esa idea han pretendido hipnotizar e “idiotologizar” a la población de “nuestro querido planeta”, y lamentablemente, en muchos casos lo han logrado. Pero a pesar de todo ello, cuando alguien piensa en emigrar, siempre lo hace hacia el país del “enemigo” (EEUU). También en ocasiones hacia otros, que utilizan como puente, para lograr el mismo fin.

Muchos, nos hemos resistido a dejarnos influenciar por semejante falacia, pero aún así, debido a toda la mala fama que precede al asunto, y a los prejuicios sembrados alrededor del mismo, nos cuidamos para no caer en la trampa ideológica, y hacerle el juego a los representantes del poder.

Justo hace unos días recibí un correo de una amiga norteamericana muy querida, donde me anunciaba la visita de un amigo suyo, de la misma nacionalidad, que deseaba me conociera, y a su vez era portador de un presente que ella me enviaba. Quedé muy satisfecha al conocerlo y constatar que el amigo de mi mejor amiga, era un encantador “enemigo”. Pronto surgió empatía entre nosotros y quedamos para encontrarnos una próxima vez.

El viernes pasado en la tarde, éste nos invitó a ir a ver la tradicional ceremonia de “el cañonazo”, una costumbre que existe desde la época de la breve ocupación inglesa, cuando a las nueve en punto de la noche, se cerraban las puertas de las murallas que protegían la ciudad, y que ahora se recrea con una linda representación, en el Complejo Turístico Morro Cabaña. Me sorprendió agradablemente lo bien restaurado y conservado que está el emblemático lugar, gracias a la labor de la Oficina del Historiador de la Ciudad, la única entidad estatal, que sin temor a equivocarnos, podemos decir que se ha ocupado de rescatar y conservar algunas de nuestras tradiciones.

La pasamos estupendamente en compañía de él y de sus padres. Fue lo que se puede decir una linda noche “paseando con el enemigo”.

4 comentarios en “Paseando con «el enemigo»

  1. Hola Rebeca!, te leo siempre lo unico que me llamo la atencion de este trabajo es el elogio que le haces a «la labor que realiza la Oficina del Historiador de La Habana» por lo que no creo que te hayas enterado de la «limpieza de corruptos» que se esta haciendo por esos lares aunque no importa, puesto que al parecer Eusebio Leal, tampoco se ha enterado de nada. Te lo digo porque esa es la «entidad estatal» que ahora esta en boga en la Controlaria…. que se tenga conocimiento.

    • Estoy enterada y de primera mano, pero lo cortez no quita lo valiente. El unico que ademas de robar como todos los demas se ha ocupado de rescatar algo de nuestra historia es el y en verdad, aunque no es santo de mi devocion, tengo que reconocerle eso, aunque dicho sea de paso, cada restauracion ha costado tres veces lo que debia. Saludos y gracias por comentar

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