Impecable en la memoria

La gran actriz Greta Garbo supo retirarse a tiempo, en el esplendor de su belleza y en la cúspide de la fama. Posición esta muy inteligente, que muchos no asumen, porque se dejan vencer fácilmente por su ego.

Pero hoy ni la gran actriz ni los tozudos, son el tema que me ocupa. Es que ayer me pasaron un documento de la antigua tienda El Encanto, que aún vive en mi memoria, y quedé impactada. Yo la recordaba y lo haré siempre, sobretodo por aquel lema que marcaba el inicio de cada temporada y hacía que todas las pepillas lo acatáramos, sin importarnos mucho el frío o el calor: ya es verano en El Encanto ó ya es invierno en El Encanto.Esto marcaba para toda Cuba la temporada, independientemente del informe de meteorología.

Cuando acabada de llegar a París, en los años sesenta, me llevaron a Galerías Lafayette, experimenté una sensación de mareo, nada agradable para mí, pues venía de mi planeta, donde las calles estaban oscuras, apenas se veían circular autos y las vidrieras de las tiendas estaban adornadas con serpentinas y libros de marxismo. Le dije a la persona que me llevó, sácame de aquí porque tengo fatiga. Pero no te deslumbra ver esta tienda, me preguntó-. Si, está muy bonita, le respondí, pero yo en mi planeta tenía El Encanto. Entonces me dijo: tu lo que eres muy chovinista.

Hoy, mirando las fotos de aquella magnífica tienda por departamentos (la primera en América Latina y posiblemente en el mundo, en aquellos años), con sus elegantes salones, su ropa exclusiva, sus encantadores y bien vestidos empleados, así como sus espectaculares adornos de Navidad dentro de la tienda, en la fachada y en sus vidrieras, se me ocurrió pensar algo en lo que jamás había meditado: Al menos El Encanto despareció en pleno esplendor, como la actriz de marras. No tuvo que pasar por la vergüenza que pasaron las otras grandes tiendas habaneras como Fin de Siglo, Flogar, por solo citar algunas, que el tiempo, la desidia y el abandono las han hecho devenir en miserables caricaturas de lo que un día fueron.

5 comentarios en “Impecable en la memoria

  1. Dímelo a mí, Rebeca, que aún a principios de los sesenta paseaba de la mano de mi madre, aún elegantemente vestida y peinada, con juego de cartera y zapatos, por las aceras de Monte, Neptuno, Galiano y admirábamos juntos lo que no teníamos idea iba a irse de La Habana, de Cuba, para siempre. Lo que el Susodicho le ha hecho a Cuba no tiene perdón de Dios ni del mismísimo infierno. Un fuerte abrazo para ti.

  2. Me encanta leerte.

    La comparación de la diva con El Encanto, es formidable.
    No lo conocí porque llegamos a Cuba cuando de esa preciosa tienda (según me contaron muchos) no quedaba nada… si conocí el esplendor de otras y también su muerte.

    Con tu historia has resumido el desastre y deterioro de un país, pero también has descrito a los culpables… Ellos también están deteriorados, sus arrugas son tan feas como esos libros de marxismo que adornan las vidrieras y su obsoleto pensamiento solo puede vivir en sus negras almas.
    Soy optimista y sé, que así como El Encanto resurgirá de sus cenizas, tambien tu planeta alcanzará la libertad que merecen sus hijos.

    Saludos

  3. Recuerdo aún con un poco de dificultad, pero sobre los años setenta a la Tienda el Tencent de Galiano. Las empleadas todavía usaban sus uniformes, muy elegantes ellas, creo que un pañuelito en el bolsillo de la blusa(?) Yo las recuerdo preciosas muchachas y los sandwiches y jugos que servían. Claro, sobre ese tiempo aún quedaba las reminicencias del buen tiempo.

  4. Rebeca,
    Una interesante analogía.
    He visto ese documento de El Encanto. No lo conocí pero lo analizo como el reflejo de aquella Cuba real que el totalitarismo ha intentado escamotear y presentarla en 1959 como un miserable y empobrecido país igual a tantos del Tercer Mundo.
    Y aunque repito no conocí esa época, me he ocupado de investigar sobre ella y comprobar la enorme distancia que existía entre Cuba y la mayoría de America Latina. Y en el largo y lastimoso camino de retroceso que han significado estos 51 años para nuestra nación.
    Un saludo.

  5. enfermedad aguda e irreversible..
    que decadente manera de escribir y de establecer analogías. increible pero cierto… que alguien escriba semejante post y ademas reciba comentarios de elogio. increible que alguien en su sano juicio prefiera la desaparicion de una emblematica tienda (por un acto terrorista) a verla destruida por el paso del tiempo.

    «se me ocurrió pensar algo en lo que jamás había meditado: Al menos El Encanto despareció en pleno esplendor, como la actriz de marras. No tuvo que pasar por la vergüenza que pasaron las otras grandes tiendas habaneras como Fin de Siglo, Flogar, por solo citar algunas, que el tiempo, la desidia y el abandono las han hecho devenir en miserables caricaturas de lo que un día fueron.»

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