El paciente inglés (remake)

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Después de haber visto “El paciente inglés”, un magnífico filme dirigido por Anthony Minghella e interpretado magistralmente por el actor Ralph Fiennes, en el papel principal, me parece haber transitado por sus locaciones, en estos días en que he tenido que acudir y permanecer horas en el recinto del hospital América Arias, llamado así en honor a la que fuera primera dama y gran mecenas, esposa del presidente José Miguel Gómez de la etapa republicana.
Todo aquel que tenga un familiar o amiga, ingresada en este hospital, más conocido como ¨Maternidad de Línea¨, si ha visto la película de marras, estará al igual que yo recreando mentalmente, las locaciones de la misma, al moverse entre escombros y apuntalamientos.
Este hospital materno, construido en 1930, es otro gran exponente del estilo art decó, como lo fuera el ya extinto( producto de la desidia y abandono gubernamental), el monumental Pedro Borrás, hoy convertido en escombros, por ¨obra y desgracia¨ de la revolución, ambos de la auditoría de Govantes y Cabarroca, afamados arquitectos cubanos.
Su aspecto interior y exterior da la impresión de un hospital abandonado, y realmente lo está, solo que mantienen en activo un quirófano y dos salas para pacientes en casos de urgencias. En medio de este gran deterioro, un valiente personal médico hace lo imposible, apenas sin condiciones, por salvar vidas. Los familiares angustiados, caminan de un lado a otro mientras esperan noticias, del quirófano, sin tener donde sentarse.
Una amiga me comentó que al ver en uno de los patios solamente a dos trabajadores de la construcción paleando un poco de mezcla, se acercó y les preguntó por qué en un hospital tan grande a reparar había tan pocos trabajadores, ambos le respondieron que era debido a la falta de materiales de construcción asignados.
Cómo es posible que en nuestro país se sigan planificando, remodelando y construyendo hoteles, mientras que la población apenas cuenta con hospitales medianamente decentes y limpios donde acudir a tratarse. El ciudadano de a pie, que es el que sufre el resultado de toda estas carencias y ausencia de condiciones higiénicas, toma como una broma de mal gusto y falta de respeto la propaganda de salud tan replicada en los Medios cubanos.