Aire «arrinconao» y «música indiscreta»

Estamos atravesando, según comentarios callejeros de los ciudadanos de a pie, por un nuevo período especial, aunque el gobierno reiteradamente lo niega a través de los Medios y lo llama “situación difícil de la cual nos recuperaremos”.

Basta observar las paradas de los ómnibus repletas de personas, en espera del ansiado vehículo que las trasladarán al trabajo, al hospital o a las playas. La falta de petróleo y de piezas de repuesto son las causas principales de estos “embotellamientos”. Es por ello que muchas personas se ven obligadas a acudir a la alternativa de los boteros (taxis privados), que aunque caros, están resolviendo el problema creado por la falta de transporte urbano, responsabilidad ésta del gobierno.

Otra situación que nos están golpeando, aparte del insoportable calor y los famosos polvos del Sahara, es la falta de abastecimientos de productos y de aire acondicionado, en las llamadas tiendas de divisa.

En algunos de estos estos inmuebles, sobre todo en los pequeños, la ausencia de climatización, hace que las colas (filas) se incrementen, así como el descontento de la población.

Los empleados de estos comercios, que trabajan 8 horas sin las condiciones apropiadas, tienen que limitar el acceso de público de dos en dos a estas instalaciones, para poder atenderles. Una vez dentro, los clientes tropiezan con otro gran inconveniente: no hay jabas (bolsas). Esto demora el proceso de compra-venta y hace que surjan malestares y protestas, por parte de los que esperan su turno.

Es de suponer que, en circunstancias como éstas, debería haber una compensación en los precios, rebajándolos, por la ausencia de servicios incluidos, tales como el aire acondicionado y las bolsas para transportar los productos adquiridos, cuestión ésta que, por lógica, influye en los valores de los artículos, amén de que en ocasiones estas dificultades vienen acompañadas de un “estridente reguetón” como fondo musical, salido del teléfono de algún cliente en espera, o en el caso de los ómnibus, del reproductor de música del chofer, en un transporte desbordante de público alterado y sudoroso.

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