Los carretilleros: ¿Avance o retroceso?

Apenas hace unos meses, después de las nuevas aperturas, se ha visto la ciudad llenarse de carretillas con variados productos agrícolas. Se distinguen de los agro mercados ya existentes, justamente por la variedad y presentación de los mismos. Esto, que muchas personas han llamado progreso es, a mi modesto juicio, todo lo contrario.

Es cierto que están resolviendo un problema a la población, y ellos están a su vez optando por un oficio que hasta ahora era prácticamente clandestino, que estaba casi perdido: vendedor ambulante, lo cual les permite tener un empleo por cuenta propia y así satisfacer su sustento y el de su familia. Más, aún cuando en la mayoría de los casos, se trata de hombres y hasta mujeres jóvenes que no continuaron los estudios, quizá por falta de estímulo.

Este oficio de ventas ambulantes en carretillas, floreció en los años cuarenta y ya a principios de los cincuenta, debido al progreso social, estaba desapareciendo, para dar paso a establecimientos, donde se ofertaban de forma más estable y agradable todos estos productos agrícolas, así como frutas del país e importadas. No como se hace actualmente, que los locales destinados antiguamente a este tipo de comercio, están cerrados o vacíos y en sus portales, sin higiene ninguna, se amontonan en viejos cajones sucios, los productos, dejando aceras y calle llenos de tierra colorada, una vez terminada la venta, afeando la ciudad aún más de lo que ya está.

Con la aparición y multiplicación de los supermercados, desaparecieron definitivamente de la gran urbe estas carretillas, encontrándose éstas solamente en algunos barrios de la periferia, pero ya en menor número.

Ahora, en pleno Siglo XXI, en el año 2012, resurgen como Ave Fénix. La mayoría de las personas lo consideran un logro, pues han visto reaparecer productos agrícolas y algunas frutas que apenas ya se veían, limpias y bien presentadas, con mejor calidad y precios que en los comercios estatales, donde se venden con tierra, raíces y hojas incluidas, y donde hay que estar muy alerta para que no te engañen en el precio, porque en el peso va incluido todo el desperdicio anteriormente mencionado.

Por una parte, es muy agradable ver reaparecer esta nueva actividad, pero por otra es triste constatar que toda esa fuerza laboral joven, que podía estar trabajando en un amplio y lindo supermercado, con buenas condiciones laborales, como exige el progreso, tenga que empujar esas carretillas de sol a sol por diferentes barrios, y hasta soportar comentarios desagradables de algunas personas retrógradas u oficialistas, que suelen criticarlos, sin darse cuenta que ellos también forman parte de una misma sufrida población, y tratan de defender justamente a un sistema que lo único que ha significado es retroceso para todos nosotros. Se comenta que pronto serán nuevamente prohibidos, palabra demasiado utilizada por las autoridades. ¿El fundamento? Porque se están enriqueciendo y ofertan productos que no existen en los agro mercados estatales. Si no fuera tan trágico, daría risa. La verdadera razón para su posible eliminación es que, cada día, constituyen una demostración pública de la incapacidad gubernamental de resolver los problemas más urgentes.

6 comentarios en “Los carretilleros: ¿Avance o retroceso?

  1. Es una pena que tantos jòvenes no continúen los estudios,sabemos bien la desmotivaciòn en Cuba.Lamentable que que los eliminen porque ayuda a la muy sufrida población cubana,pero la incapacidad del gobieerno de castro es a toda prueba.Rebeca un saludo para ti.

  2. Ojalá que un amplio y lindo supermercado no fuera Walmart (por citar un ejemplo) donde se trabaja por un salario de risa y las condiciones laborales son de explotación. Muchos jóvenes en el mundo trabajan en esas grandes cadenas, si bien amplias y lindas, lo que menos les importa son los empleados y se hacen multimillonarios sobre sus espaldas, sin más que por la necesidad de la gente.

  3. Ay Rebeca, ya te salio una defensora-tergiversadora. Defiende el atraso y tergiversa el Progreso. Pobre Cuba, Cuba aparenta estar montada en una maquina del tiempo defectiosa, se le programo para el futuro pero debido a su malfuncionamiento, se dirige al pasado. Eso hace que el Progreso sea hacia siglos pasados. Aun asi, tiene a sus defensores, como ejemplo la anticapitalista de este post. Lo que ella no dice es que Fidel Castro es uno de los mas ricos del mundo y que se enriquecio a costa de la miseria del pueblo cubano y la destruccion del pais que tanto el odia, porque Cuba y los cubanos no son un asunto de su interes, solo les han servido como instrumentos para satisfacer su ego y ansias de poder. Rebeca yo te aseguro que los alimentos que ingiere Fidel Castro and the Game no llegan en esas carretillas,el los encarga a paises extranjeros,especialmente a Italia y en segundo lugar al enemigo imperialista.Con lo que esa momia insepulta invierte en si misma se podria erradicar el hambre en toda Cuba.Saludos.

  4. Busquen en Google por «Los lujos de Fidel Castro» y Alma, hablando de salarios de risa, que te parece que el sueldo promedio de un cubano es de $5,00 (cinco dolaresal mes) y los medicos que son los mejores pagados ganan $20,00 (veinte al mes). Lo puedes comparar con los salarios de Walmart?. Y hablando de esclavitud, te informo, los hermanitos Castros tienen como practica comun utilizar a los cubanos como fuerza de trabajo esclava, ejemplo: Envia medicos a Venezuela y otros paises, les cobra a esos paises el salario de cada medico en dolares a precio de capitalismo y al medico le entrega un 5% de ese salario. Ejemplo si le pagan tres mil dolares de sueldo por un mes de trabajo de un medico, al susodicho esclavo le entrega cien dolares si acaso. Que tal?. Hablame de quien es un explotador

  5. Ay, Rebeca, hija, te ha salido un Alma desalmada. Con lo tranquilo que estaba este blog!. Alma mía, quédate con los carretones si tanto te gustan. A mi tampoco me gusta el Walmart, es suficiente con no ir. Hay miles de alternativas. El problema es que en Cuba no hay ninguna. El problemita con la explotación ya te explicó Belkis Bigles, no hace falta agregar nada. Y aléjate de aqui, cual alma en pena.

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